En el marco de la realización de la EXPOCORMA 2021, la Ingeniera Forestal y Dra. Ingeniero de Montes Alicia Ortega, presentó un análisis de los desafíos que enfrenta la carrera de Ingeniería Forestal en el país, y cuáles son las líneas de acción que no solo mantendrán vigente la profesión, sino que se transformará en una campo profesional destinado a liderar los desafíos provenientes del cambio climático.
Antecedentes históricos
En el mundo, la primera escuela para estudiar y formar especialistas en ciencias forestales fue creada en 1811 en la ciudad de Tharandt, Alemania. A partir de entonces, otros países europeos enviaron jóvenes a estudiar a esta ciudad. En España cabe destacar a don Agustín Pascual, fundador de la dasonomía en ese país y que en 1848 contribuyó a la formación de la Escuela de Ingenieros de Montes de Villaviciosa, Madrid, la primera del mundo hispano. En la actualidad en Europa cada país posee por lo menos una escuela de Ingeniería Forestal.
Principio orientador de la formación
La sociedad aún no logra incorporar a cabalidad el desarrollo sostenible como marco de acción en todo el planeta. Creemos que los ingenieros forestales del futuro son los llamados a cumplir ese mandato de la sociedad. Este mandato fue planteado en el Informe Brundtland en 1987 e indica cómo podemos lograr la protección ecológica, la justicia social y el desarrollo económico en forma simultánea. En este contexto la Ingeniería Forestal del futuro deberá implementar soluciones basadas en la naturaleza (SbN), para cumplir la tarea que la sociedad le impone.
Desafíos y oportunidades de la carrera forestal
La Ingeniería Forestal es de las pocas profesiones que vive ocupada del futuro más que el presente y el pasado. Alimentar a la humanidad y conservar los diversos ecosistemas forestales son objetivos complementarios e interdependientes, y debemos tratarlos como uno solo. La Ingeniería Forestal es la herramienta de manejo sustentable de los bosques y, aporta ciencia y profesionalismo a la gestión de políticas públicas y privadas para el desarrollo forestal. Son profesionales que están frente a nuevas demandas de la población mundial centradas en la sustentabilidad. Además, están estrechamente vinculados a la restauración y la rehabilitación forestal como una componente fundamental de la conservación y del uso sustentable de los bosques.
El estudio de los árboles y la Ingeniería Forestal como profesión, permite identificar, reconocer y valorar los beneficios de vivir en un entorno forestal. A su vez tienen un papel fundamental en la tarea de asegurar que todos los beneficios derivados de los bosques se mantengan a perpetuidad.
Tanto la Biodiversidad, el Cambio Climático, y la Bioeconomía circular con foco en los bosques son aspectos claves para el futuro de la Ingeniería Forestal.
Ingeniería Forestal y el Cambio Climático: ¿Cómo enfrentar el futuro?
No cabe duda de que en la formación de los ingenieros forestales es necesario actualizar los contenidos referentes al cambio climático, sus causas y aquellas estrategias basada en los bosques para su mitigación. Asimismo, se requiere incorporar explícitamente materias de sustentabilidad y mejores prácticas (no basta con las buenas).
En el ámbito social de la profesión es necesario preparar a los jóvenes estudiantes para generar más vínculos con la sociedad civil, servicios públicos, sector privado, industria y comunidades rurales. En general, la docencia universitaria no promueve dichos vínculos y no reconoce la importancia de su rol en la sociedad.
Finalmente, la formación profesional requiere cada vez más el saber actitudinal, que permita desarrollar habilidades blandas, como el emprendimiento, la comunicación efectiva y herramientas para vincularse con la comunidad, con la innovación y transdisciplina que domina cada vez más las distintas áreas de desarrollo. Una propuesta implementable a corto plazo es la formación de técnicos forestales que puedan continuar a la ingeniería forestal, el país necesita de buenos técnicos!!